Pablo 'Godines' Orellana: Diseñador gráfico, fixero {no ciclista, pa darle color}, bjj, vegano. Básicamente por sus venas corre más cafeína que glóbulos rojos. Encontró el equilibrio perfecto cuando decidió hacer de su tesis un estudio progresivo para la gente que quisiera tomar café en su casa. Fue por el año 2013 {?} cuando deambulando por las calles de Providencia, cámara en mano, llegó a un pequeño lugar llamado COFI.
Cofi llevaba una semana de reapertura luego de reinventar todo su branding a manos de un Estudio de Diseño. La imagen de este lugar llamó tanto su atención que no pudo pasar de largo. Al entrar {a sacar fotos para la U}, estaba en barra Paul Angelo quien obviamente le dio todo su discurso barístico de lo que es el café y le regalo un Espresso simple {Colombia}. Luego de explicarle lo que es un barista y de que se trata el oficio, entre conversa le regala un segundo Espresso {Nicaragua}. En ese momento este joven Godines, sin conocimientos de café, se da cuenta que ademas de que esta bebida podía tener mas de un origen, los 2 sabían totalmente distinto. El Colombia era terroso y con mucho cuerpo, mientras el Nicaragua era más ácido y tenía menos cuerpo.
En ese momento llega la cruel verdad a su vida: Todo lo que conocía de café hasta ese momento era una mentira. Recordó los sabores a neumático quemado del falso café y pensó como por casualidad había descubierto un mundo lleno de sabores y aromas. Básicamente un mind blast.
Por incompatibilidad de horarios, las visitas a Cofi disminuyeron hasta la llegada del 2do semestre de la U. Para ese entonces Paul ya no trabajaba en Cofi ): pero en su lugar estaba una de las personas más importantes e influyentes del mundo del café de especialidad en Chile {no, no estamos hablando de ÉL}, Roberto Garrido. Fue amor a primera vista. Godines siempre era el último cliente en llegar {si, ese que todos odian} y alcanzaba a tomar un espresso con el origen del día y uno con el origen que dejaban en tolva para la semana siguiente, conversado con Garrido donde en una de tantas conversas supo que Garrido era diseñador y karateca de alto rendimiento {jiji si, es real} hasta que cagó a' perna. Ahí nació un trato: Godines le enseñaba de diseño a Garrido y Garrido le enseñaba de café a Godines.
Garrido le hablaba de seres mitológicos del café, marcando notorio amor por uno en específico {sí, el mismísimo} que le enseñó a tostar en su cafetería en calle Suecia. Godines se imaginaba un viejito con boina {onda viejito de Buena Vista Social Club}, en una cafetería tan hermosa como Cofi. Pero al conocerlo... El tostador no era viejito y la cafetería no era bonita {sorrynotsorry}, al menos si había boina. Ahí conoció la tostadora, el proceso de tueste, supo que existían campeonatos de barismo, que cada taza era especial, muy distinta una de otra y los cafés africanos.
Y básicamente así partió todo... 8 años después, sigue aquí